Dicen por ahí que para hacer un hábito hay que hacerlo durante 21 días ininterrumpidos, y si eso no sucede comenzar nuevametne desde el día 0; para poder lograr lo que quiero no sólo hay que estar preaparado mentalmente, no es nada más de sí, ya decidí irme y al chingada, no, no es así, ojala que así lo fuera, pero Roma no se hizo en un día, e incluso a Dios le tomó 7 días crear el mundo, así que para un simple mortal como yo, planear un viaje de varios meses, me llevará también algunos meses.
A lo que voy es que todo es un proceso, la preparación mental llega por sí sola, cada vez surgen más razones por las cuales quiero hacer esto, pero por el momento, la preparación física también es importante, de ahí viene lo de los 21 días; descubrí que el méndigo cigarro después de 10 años ha hecho más estragos de los que quisiera reconocer ya que mis pulmones apenas aguantan una íngrima vuelta de 700 m, que correr por la mañana al ritmo de la batería de Jimmy Chamberlain y la guitarra de William Patrick Corgan Jr. es lo más cercano a un orgasmo después del bungee.
Va uno de 21, y los que faltan, primero 21 días para formar el hábito, después para mejorar mi condición y aguantar lo que sea que tenga que aguantar (alguna escalada, una larga caminata...) todo depende del itinerario final y las actividades a realizar. Pero hoy por hoy, va uno de 21.
No hay comentarios:
Publicar un comentario